La Fundación Puertorriqueña Síndrome Down (FPSD) es una organización sin fines de lucro incorporada en el Departamento de Estado en el año 1989. Sin embargo, desde el 1986 se había formado la Sociedad Puertorriqueña Síndrome Down por padres y madres de niños(as) con la condición. Precisamente, porque se encontraron con la ausencia de servicios para esta población y se dedicaron a orientar a otros padres con la misma situación.
Desde entonces, la FPSD ofrece, y ha incorporado, múltiples servicios. Con la seriedad y el compromiso que nos caracteriza, hemos atendido a más de 6,000 niños, jóvenes y adultos. Somos la única organización que atiende a la población con síndrome de Down con un enfoque integral de servicios. Este año cumplimos 33 años de servicios continuos. También nos complace que otros niños(as) y jóvenes, que no tienen la condición de síndrome de Down, se beneficien de nuestros programas.
Filosofía
Reconocemos que independientemente de las diversidades funcionales, todas las personas tienen el potencial para contribuir al crecimiento de las demás personas y del país, a tono con sus capacidades, en un ambiente integrado donde se fomente su independencia.
La Fundación Puertorriqueña Síndrome Down es una entidad comprometida con la calidad de servicio y la autorrealización de nuestra población. Creemos firmemente que las personas con limitaciones, dentro de las cuales incluimos a las personas con síndrome de Down, son miembros útiles y valiosos en nuestra sociedad. Trabajamos arduamente, para lograr que sus voces sean escuchadas y sus derechos respetados.
Nuestro Logo
En marzo de 1991 nuestra Junta de Directores escogió por unanimidad, entre varios diseños, el logo que actualmente utilizamos y que fue presentado por Jaime P. Casalduc Rabell.
Las 3 rayas simbolizan la trisomía que, al iniciarse, van dirigidas hacia abajo significando pena, congoja, depresión e inconformidad; pero prontamente cambian de rumbo para ir como una flecha hacia arriba en representación de aceptación, conformidad, desarrollo, trabajo y éxito. La flecha apunta hacia el infinito sin llegar a terminarse. El color verde significa esperanza y el color oro caudal de riqueza y pureza.